viernes, 3 de junio de 2011

Viñeta: Necesidades educativas especiales


La viñeta de hoy me hace reflexionar sobre un aspecto del que todavía no había reflexionado al comentar mis viñetas.

                Podemos observar cómo aparecen muchos niños jugando en el recreo de su escuela. Cada uno de ellos juega por libre y de forma independiente. Todos parecen muy felices, sin embargo, aparece una pregunta dentro de la viñeta: “¿Cuál es el niño sordo?”.

                Si nos paramos a reflexionar un poco…, aparentemente todos los niños son felices jugando de forma independiente, pero algo que hay que tener en cuenta es que dentro del grupo que podamos tener de alumnos, cuando en un futuro estemos trabajando como educadores, puede que haya algún niño sordo y, sin embargo, no le demos importancia porque pueda pasar desapercibido.

                Debemos ser muy conscientes de que este tipo de problemas, me estoy refiriendo en concreto a la sordera, suelen pasar desapercibidos durante los primeros años del niño, ya que muchas veces el hecho de que un niño no hable, se asocia a que “todavía no se habrá desarrollado” y que “ya se desarrollará, porque cada niño evoluciona de una forma determinada”. Pero también es verdad que debemos estar atentos a que el niño/a, aunque no haya desarrollado la capacidad del lenguaje, entienda las instrucciones que se le dan desde la clase, instrucciones que da la maestra para todo el conjunto de clase en general. Estos casos son a los que debemos prestar gran atención, puesto que si observamos que un niño/a no responde ante las indicaciones dadas desde la clase, puede que el niño tenga alguna deficiencia auditiva; sin embargo, esto se suele asociar a que “el niño/a va por libre” o que el niño/a es muy independiente”, etc.

                Por lo tanto, debemos ser sensibles como futuras maestras a este problema que se puede presentar en clase, y que si no se le da importancia, puede pasar desapercibido, influyendo negativamente en el desarrollo posterior de los niños. Por lo tanto, los más perjudicados ante este problema que puedan tener, son los propios niños/as, que tendrán un retraso bastante grande con respecto a los demás niños/as de su clase.

        Tener en cuenta que las necesidades especiales deben vivirse como un reto más que como un peso o una carga. Debemos luchar por conseguir que los niños se desarrollen de la mejor manera posible, de la forma más feliz y que sientan que son importantes, porque todos somos importantes. A esta reflexión final, debo decir, que ha contribuido la exposición que han hecho hoy mis compañeras, sobre cómo trabajar en el aula las necesidades educativas especiales. Este tema me parece muy interesante y pienso que deberíamos informarnos  más sobre este tema, ya que es normal que en nuestras clases tengamos algún alumnos con este tipo de necesidades.

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