Con la viñeta que hoy se nos presenta, podemos observar cómo se plantea un debate que está a la orden del día, como son las nuevas tecnologías y su introducción en las escuelas.
Podemos observar cómo se nos muestra una imagen que refleja una clase típica pero con algo que resulta atípico. Me estoy refiriendo a que se observa una clase normal, con sus alumnos sentados en sus respectivos pupitres y la profesora en su correspondiente mesa; pero lo atípico, lo que resulta extraño, es observar la forma en que la profesora imparte la clase, ya que cada uno dispone de un ordenador y sus correspondientes auriculares para no molestar con el sonido a ninguno de sus compañeros. En esa clase, tan solo se oye el sonido de las teclas que están siendo pulsadas por los niños con sus dedos (tik, tik, tik, tik, …).
Por un lado, tengo que decir que me resulta bastante interesante el poder disponer de la tecnología y los avances tecnológicos dentro de las aulas, pero por otro lado, tengo que reconocer que hay que tener cuidado con el uso que se le dé a estas nuevas tecnologías.
Con esto quiero decir, que no podemos permitir que las clases se conviertan en “cárceles”, donde no hay movimiento, donde no se escucha un ruido, donde no se hacen intercambios de opiniones, de ideas, de sentimientos, donde no se tiene en cuenta al compañero, etc. Eso es lo que no debemos permitir, que los avances tecnológicos consigan acabar con lo que caracteriza a la escuela, las interacciones entre iguales y entre alumnos y maestros.
No podemos permitir que los niños se conviertan en “robots” que solo piensan en sí mismos, sin tener en cuenta a los demás, y que solo se interesan en “pasar de nivel en el videojuego que tienen entre manos”. Que ya que sale el tema de los videojuegos…, tengo que comentar que es importantísimo que tanto maestros como padres deben tener control de los videojuegos a los que juegan sus hijos/alumnos, ya que hay muchos que resultan muy violentos y agresivos, y de los cuales pueden aprender conductas agresivas e inadecuadas.
Aunque es verdad que los videojuegos pueden resultar bastante educativos, pero siempre debemos asegurarnos de que en realidad lo son, ya que los niños aprenden muy rápido, tanto conductas adecuadas como inadecuadas. Hay que tener en cuenta que los videojuegos son algo que atraen a todos los públicos, ya no solo a los más pequeños, por ello, la mejor opción, bajo mi punto de vista, es que intentemos enseñar a nuestros alumnos cómo dar un buen uso de este tipo de tecnologías, que usadas con moderación y precaución son bastante positivas, pero que si se abusa de ellas no serán nada contribuyentes en su educación.
Por eso, me parece fundamental el hecho de insistirles en que todos necesitamos relacionarnos e interactuar con los demás, no a través de un chat virtual, donde todo son mentiras, si no en persona, de cara a cara. Porque las relaciones con los demás nos hacen sentirnos bien, a gusto con nosotros mismos, nos hacen crecer como personas, aprender de los demás, desarrollarnos de forma positiva.
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