En las clases teóricas que hemos tenido durante esta semana (27 y 29 de Abril), puedo destacar que el miércoles 27 de abril, al tratar el tema de la motricidad vs. psicomotricidad, me quedó bastante claro algo que confundía como es el objetivo general de la psicomotricidad. Éste es fomentar el desarrollo de la capacidad cognitiva a través del movimiento.
Hay que destacar que la educación psicomotriz parte de la toma de conciencia y control del propio cuerpo, y se dirige a favorecer el desarrollo de la capacidad de percepción espacio-temporal y de simbolización.
Sin embargo, una de las críticas a la educación psicomotriz es que al pretender mejorar el desarrollo cognitivo, se desvaloriza el cuerpo y la motricidad.
También hemos tratado el tema de la lateralidad, y algo que me ha llamado bastante la atención es que la preferencia lateral aparece sobre el año y medio. Debemos ser conscientes de que los trastornos de la lateralidad se van a producir cuando se trata erróneamente de cambiar la lateralidad de un individuo, porque esto le va a romper todos sus esquemas de acción. Y especialmente me llama la atención algo que he aprendido, que es que en el ámbito escolar, el mayor problema lo vamos a encontrar en la escritura, ya que el niño va a tener dificultades para coger el lápiz y manejarlo; teniendo así una escritura deficiente y poco legible.
Si se le hubiera respetado su lateralidad no habría sufrido estos problemas.
Me resulta bastante interesante este tema de la lateralidad, ya que tenía muy pocos conocimientos de este concepto, por lo tanto, puedo decir que me ha servido bastante este punto del bloque 2, puesto que he aprendido cosas que, además de interesantes y curiosas, son muy útiles y necesarias a tener en cuenta.
En cuanto a la clase teórica del día 29 de abril, en la que hicimos entre todos una puesta en común de los análisis críticos que habíamos hecho en clases anteriores sobre una propuesta didáctica para trabajar el esquema corporal en educación infantil, puedo destacar:
- Unos objetivos son muy amplios y otros demasiado específicos.
- Los objetivos deben hacer referencia a cuestiones como por ejemplo: qué, cómo, para qué…
- No tiene que haber necesariamente un objetivo para cada contenido, ya que puedes tratar de alcanzar un objetivo tratando diversos contenidos.
- Insiste en una metodología globalizadora, pero las actividades que proponen no se relacionan con las demás. Tampoco hace referencia a las áreas de contenido del currículum en Educación Infantil, y sólo utiliza los contenidos de un solo bloque (el cuerpo, el cuidado personal, y el lenguaje corporal, por tanto no es globalizador).
- Comenta el término “aprendizaje significativo”, pero en ningún momento hace referencia a cómo hacerlo significativo. Las actividades son, por lo general, directivas y no concuerdan con la metodología.
- En cuanto a los criterios de evaluación, los confunde con los objetivos, y no especifica las técnicas que va a utilizar (observación, etc).
- Algo que llama la atención que este artículo fue publicado en 2009, pero, sin embargo, utiliza artículos e información de hace bastantes años.
Por tanto, con esta actividad, una vez más se nos muestra que debemos ser capaces de hacer un análisis crítico de todos los artículos que nos encontremos, ya que el que estén publicados o escritos en cualquier plataforma virtual, no significa que sean válidos, que estén bien fundamentados, que sean objetivos, en definitiva, no significa que sean “verdad”.
En la clase práctica del viernes 29 de abril, estuvimos realizando las propuestas de actividades que, por grupos, habíamos pensado como alternativa para trabajar el esquema corporal en educación infantil.
Por ejemplo, la actividad que proponía mi grupo consistía en jugar al juego de “cuba”, pero en lugar de decir “cuba” cuando te iban a pillar, tenías que decir y señalar al mismo tiempo una parte de tu cuerpo, sin poder repetir ésta otra vez a lo largo del juego. Para librar al compañero que está en “cuba”, tienes que tocar la parte que se esté señalando y decir el nombre de ésta. Si te pillan, te toca quedártela.
Nos dimos cuenta que había un error en la organización del juego, ya que no quedaba claro quién era la persona que pillaba a los demás. Por ello, la mejor alternativa que planteamos en grupo tras la realización de la actividad lúdica, fue que la persona que pillaba tenía que llevar un pañuelo en la mano, a la vista de todos, y cuando pillara a alguien se lo tenía que pasar. De esta forma quedaba claro todo el rato quién era la persona que se la quedaba.
Y cuento esto, porque aprendí en esa clase que muchas veces planteamos actividades
que nos parecen divertidas y bien fundamentadas y, sin embargo, cuando las llevamos a la práctica no son lo que parecían y nos encontramos errores, quizá nos resultan más aburridas de lo que en un principio pensábamos que serían, etc., tal y como descubrimos en la clase del viernes al realizar las actividades.
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