jueves, 31 de marzo de 2011

Clase teórica del día 30/03/2011

En la clase de hoy hemos estado haciendo un análisis del artículo titulado “Justificación de la educación física en la educación infantil”.
Hemos estado debatiendo principalmente si debería de tratarse la educación física como tal en esta etapa de infantil, sustituyendo a la motricidad, por considerarla mucho menos compleja. Sin embargo, hemos llegado a la conclusión de que la motricidad es mucho más amplia que la educación física. De esta manera hemos considerado que no es necesario llevar esa asignatura como tal a la educación infantil.

Otro aspecto que me ha llamado la atención es que el desarrollo motor NO termina con el dominio del cuerpo, se trata de un proceso amplio y globalizado a lo largo de toda la vida, y precisamente en el artículo analizado se defiende una idea totalmente contraria a la que acabo de exponer.

Llama la atención cómo mezcla el término “desarrollo psicomotor” con el “desarrollo motor”, considerándolos exactamente iguales. Pero hay que hacer referencia a que hoy en día se trata con el término “desarrollo psicomotor” a lo referido a las dificultades motoras que puedan existir en los niños. Sin embargo, actualmente se usa más el concepto “desarrollo motor”.
Pero algo que me ha llamado especial atención de esta clase ha sido la diferenciación que se ha hecho de JUEGO y de ACTIVIDAD LÚDICA. Parece ser que el juego, para considerarse como tal, tiene unas características específicas, como son:
-          Siempre tiene reglas.
-          Es libre.
-          Es placentero (no hay que obligarlos a hacerlo).
-          Es superfluo (no tiene ninguna consecuencia o repercusión. Lo que pase en el juego, no va más allá de él).
-          Tiene un orden (comienzo, desarrollo, final).
-          Tiene tensión y emoción (no se sabe qué va a pasar al final).
-          Tiene misterio y evasión (al jugar me olvido de todo lo demás).
-          Está determinado en el espacio y en el tiempo.
Tengo que decir que esta diferenciación entre juego y actividad lúdica, tengo que pensarla mucho, porque me cuesta un poco llegar a entenderlo tal y como se ha planteado hoy en clase. Que no quiere decir que esté en desacuerdo con eso o que n tenga lógica lo que se ha planteado, simplemente que tengo que madurar esa idea, que, en mi opinión me parece bastante acertada, y reconocer también que nunca antes me lo había planteado así.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta, como futuros maestros, es que es importante tener en cuenta los ambientes de aprendizaje y los materiales, pero no hay que ir con la clase totalmente planificada y cerrada a nuevas ideas e intereses que puedan surgir ese día en clase. Por lo tanto, debemos considerar que es importante guiarnos por los centros de interés de los niños. Aunque hay que destacar que el estar abiertos a los intereses de los niños en infantil, no significa que lleguemos a la clase sin nada preparado e improvisemos.

Y por último, me gustaría hacer referencia a un aspecto que aunque no hayamos tratado en clase, me parece bastante interesante. Me refiero a que el ser un buen maestro/a cuesta mucho, desde esfuerzo, tiempo, dedicación, implicación, compromiso, etc. La cuestión es si verdaderamente nos vamos a comprometer en un futuro a ser ese tipo de maestro que antes he señalado. En mi caso decir que sí. Estoy en esta carrera porque me gusta lo que hago, y desde siempre me ha gustado. Puedo hablar de vocación. Y algo que comparto con el texto leído es que, en la etapa de educación infantil es en la que se trabaja más claramente con todo el niño, antes de que su mente empiece a estar forzada por la parcelación. El educador ve claramente la huella de su influencia porque está trabajando en las bases de lo que han de ser tantos desarrollos posteriores. Por eso es por lo que digo que debemos ser maestros comprometidos con nuestra labor, y comprometidos con nuestros alumnos.

Viñeta 11: La libertad de elegir


La viñeta de hoy es muy curiosa, o al menos a mi me lo parece, porque se puede ver cómo un niño que está en clase está siendo continuamente guiado por su profesora, de tal manera que todo el rato le dice cómo se hacen las cosa y cómo tiene que hacerlas. De tal manera que, cuando llega el día en que le dice la profesora que ha llegado el momento de que decida él, el niño no sabe lo que significa ELEGIR, DECIDIR, porque nunca antes lo había hecho, nunca antes le habían dejado decidir, siempre se lo habían dado todo elegido y seleccionado para que no tuviese que pensar en qué decisión tomar.
Muchas veces cometemos el error de ser demasiado autoritarios con nuestros alumnos, sin dejarles a ellos que tomen decisiones, que elijan lo que crean conveniente. Y debido a esto, impedimos que los niños cometan errores, cayendo nosotros en el error de no dejarlos cometerlos. Y la verdad es que de los errores también se aprende, pero para poder aprender de ellos, nos tienen que dar la libertad de que podamos equivocarnos. La cuestión es que muchas veces no se la damos.
Como futuros maestros tenemos que ser conscientes de que debemos concederles a nuestros alumnos la libertad que necesitan para poder también equivocarse. No nos pensemos que van a aprender más si se lo damos todo “masticadito”, y que solo tengan que “tragar”, porque de esta forma lo que conseguiremos será que no estén preparados para la vida que les espera fuera de la escuela y de casa.
De hecho, debemos reflexionar sobre el efecto que producimos en ellos al darle todas las facilidades que necesitan. Este efecto del que hablo, no es positivo, puesto que al no tener que elegir, no van a tener que decidir una cosa u otra, y al no tener que hacer esto no van a experimentar lo que se siente cuando nos equivocamos, porque al elegírselo nosotros estamos impidiendo que se planteen un conflicto en su cabeza y tengan que pensar en ventajas, desventajas, pros y contras, si está bien o mal, etc., acerca de lo que tengan que elegir.
Por esta razón, reflexionemos sobre esto y seamos capaces de darnos cuenta de que el desarrollo del niño también se da cuando damos libertad para que decidan, para que elijan, dándose cuenta de que todos nos equivocamos pero que siempre podemos aprender de los errores que cometamos. Debemos transmitirle esta idea a los alumnos para que consideren los errores como parte del proceso de aprendizaje, ya que muchas veces se considera como algo negativo que no puede aportarnos nada.

martes, 29 de marzo de 2011

Viñeta 10: ¡Déjalos que experimenten!


        En la viñeta de hoy podemos observar cómo un niño toca todo lo que ve por delante, cómo prueba todo lo que se encuentra, y cómo siempre que hace algo los mayores le dicen, o bien que lo suelte, o que lo escupa, o que no lo toque, etc. De este modo el niño llega a la conclusión de que vive en un mundo “de mierda”.
        Esta viñeta ha hecho que reflexione sobre varias cosas:
        En primer lugar, darnos cuenta de que los niños son eso, niños, y como tales, se encuentran en una edad en la que todo les resulta novedoso e interesante, y por ello todo quieren probarlo, experimentarlo, tocarlo, manipularlo, etc. Son como pequeños exploradores que sienten interés por todo lo que les rodea, ya que para ellos todo es nuevo, todo es llamativo e interesante para ser experimentado, y saber para qué es y para qué puede utilizarlo.
        Otra cosa que también me llama la atención es que muchas veces, tanto padres como maestros, privamos a los niños de que experimente con lo que les rodea. Muchas veces lo hacemos por protegerlos, que más bien lo que finalmente hacemos es sobreprotegerlos, otras veces por tal de tenerlos controlados sentaditos en un sitio fijo jugando a un juego que no suponga ningún “escándalo”, y otras veces, quizá por miedo a que les pueda pasar algo, caerse, hacerse daño jugando, ensuciarse la ropa, etc., quizá este miedo hace que los sobreprotejamos.
        Pero lo que no tenemos en cuenta es que los niños cada día que pasa van aprendiendo más y más cosas, todo les llama la atención y de todo tienen preguntas a las que pretenden dar solución de la mejor manera que saben, que es experimentando. Por esta razón, no seamos nosotros tan inconscientes de privarlos de experimentar con lo que les rodea.
        Es verdad que debemos tener cierto control sobre ellos, pero también debemos saber que es muy importante ir concediéndoles a los niños, primero confianza, y luego, esta confianza desembocará en que los niños sean cada vez más autónomos y que poco a poco tengan más iniciativa, tal y como indicaba Erikson en su teoría del desarrollo psicosocial.
        Por esta razón, pienso que debemos reflexionar sobre la manera que nosotros, como futuros maestros, vamos a utilizar en nuestra clase de educación infantil, y tener en cuenta que hay muchos métodos de aprendizaje basados en la experimentación y observación, los cuales considero necesarios y fundamentales en educación infantil.

Viñeta 9: La imaginación



        En la viñeta de hoy podemos observar cómo aparece al principio un niño jugando a imaginar que era un auténtico guerrero, y utilizando una escoba ya podía imaginarse que estaba montado en un caballo hermoso, grande y valiente, y con un palo imaginaba que poseía la gran espada que todo guerrero necesita para ganar batallas…
        Pero es en ese momento cuando aparece su madre y le da un caballo y una auténtica espada para que el niño se divierta de verdad. Esto lo acepta el niño con gran interés, pero lo que se puede ver a continuación, es cómo la imaginación del niño se limita mucho, porque ahora comienza a imaginarse su propia aventura a partir de los dos juguetes que su madre le ha dado.
        Con esta viñeta considero que se nos quiere hacer llegar la idea de que los niños tienen muchísima imaginación, y se divierten haciendo uso de ella. De cualquier cosa que tengan a la vista pueden hacer un mundo totalmente nuevo.
        Pero la cuestión está en que nosotros, los mayores, nos pensamos que si el niño no tiene con qué jugar se va a aburrir, o que si no tiene los juguetes que quiere no se lo va a pasar bien, etc. Pero la verdad es que ellos son capaces de imaginar cosas que nosotros seríamos incapaces, y pueden pasárselo bien sin tenerlo todo, porque en ellos está la clave. Aunque no lo tengan todo, ellos pueden imaginar que sí lo tienen.
        De hecho, imaginar es algo muy divertido, pero nos empeñamos en que si el niño no tienen algo, algún juguete o lo que sea, ya no va a poder pasarlo bien o divertirse; cosa que no es así. No limitemos la imaginación de los niños, porque ¡ellos son los que tienen imaginación!, nosotros somos los que no la tenemos.
        Por lo tanto, como futuros maestros, creo que tenemos que ser conscientes de que hay que usar la imaginación en el juego, que la imaginación contribuye a que el juego sea tan divertido cómo seas capaz de imaginar, y que, por lo tanto, debemos concederles también tiempo para que puedan hacer uso de su imaginación. Y no creernos que porque tengan menos juguetes a su disposición lo van a pasar peor, que muchas veces ese es el gran error que comentemos, el creernos eso.

domingo, 20 de marzo de 2011

Clase del 18 de Marzo 2011

        La clase de hoy ha estado centrada en el ánalisis del currículum de Educación Infantil, especialmente nos hemos centrado en la última parte que se comenta, como son las orientaciones metodológicas para la evaluación.
        En este apartado nos hemos centrado en comentar:

        o El juego, instrumento privilegiado de intervención educativa: el juego es una conducta universal que niños y niñas manifiestan de forma espontánea. Afecta al desarrollo cognitivo, psicomotor, afectivo y social ya que permite expresar sentimientos, comprender normas, desarrollar la atención, la memoria o la imitación de conductas sociales. A través de los juegos, las niñas y niños se aproximan al conocimiento del medio que les rodea, al pensamiento y a las emociones propias y de los demás. Por su carácter motivador, creativo y placentero, la actividad lúdica tiene una importancia clave en la Educación Infantil. Por ello, no debe entenderse en oposición al trabajo escolar, sino como un instrumento privilegiado de aprendizaje.

        o La actividad infantil: la observación y la experimentación. La actividad infantil es un requisito indispensable para el desarrollo y el aprendizaje. Los niños y niñas de estas edades han de aprender haciendo, en un proceso que requiere observación, manipulación, experimentación, reflexión y esfuerzo mental. Debe tenerse en cuenta que toda la actividad que realiza el niño a lo largo de la jornada escolar es potencialmente educativa y así es como debe considerarse en su planificación.

        o El juego simbólico es otro aspecto que también hemos comentado, y puedo destacar que será fundamental para el maestro saber cómo es el contexto de cada alumno, para saber qué cosas pueden resultar más interesantes para el niño.

        o El aprendizaje globalizado es otra cosa que también hemos comentado, llegando a concluir que el aprendizaje TIENE QUE SER globalizado, y esta es una de las características más importantes dentro del aprendizaje.

       o Que el aprendizaje sea significativo es algo en lo que todos en clase hemos estado de acuerdo. Consideramos que a estas edades es muy importante que las cosas que aprendan las puedan aplicar.

        o Respecto a los tiempos y los espacios también hemos estado comentado algunas cosas, destacando, sobre todo, que el espacio no se puede limitar a los niños; y que el tiempo se estructura en infantil por rutinas.

        o La atención a la diversidad también ha sido comentada en clase, y nos hemos dado cuenta de que se debería hacer más hincapié en este apartado.


        Y en paralelo al análisis del currículum hemos leído el cuento titulado "el cazo de Lorenzo". Un cuento precioso, que a pesar de ser muy sencillo, tanto en imágenes, como en texto, transmite mucho y tiene un mensaje muy humano:


Un niño llamado Lorenzo siempre va arrastrando un cazo. Un día se le cayó y a causa de este cazo ya no es del todo como los demás. Lorenzo es muy cariñoso, sensible, le gusta escuchar música y tiene muchas cualidades. La gente encuentra raro a Lorenzo porque va arrastrando un cazo. Nadie se da cuenta que Lorenzo tiene que hacer el doble de trabajo que los demás. Lorenzo quiere deshacerse del cazo pero no puede. Un día está harto y decide esconderse, la gente se olvidaba de él. Un día una mujer se acercó Lorenzo y Lorenzo se fue con ella.

La mujer le dijo a Lorenzo que mirara y de su bolsillo sacó un cazo. Ella también era una mujer discapacitada como Lorenzo. La mujer le enseño a Lorenzo sus puntos fuertes, le enseño a expresar sus miedos. Y la mujer de su bolsillo saco un bolso y se lo dio a Lorenzo para que guardarse el cazo en el bolso. Lorenzo ya podía pasear por la calle tranquilo, jugar con todos sus amigos. El cazo sigue ahí pero más discreto.



        Este cuento, tengo que decir, que me ha gustado mucho, porque te hace pensar, y para eso escribo en este blog, para pensar, reflexionar, para, tal y como puse en el título de mi blog, poder avanzar.

        Me llama la atención porque para los niños todos somos iguales, y muchas veces la discriminación la provoca el contexto. Por esta razón debemos, como futuros maestros, incidir en ello, y trabajar con los niños desde que son pequeñitos, que todos somos diferentes y únicos, y por ello todos somos especiales. Destacar la importancia que tienen las diferencias, viéndolas de forma positiva y descurbiendo las ventajas que ello tiene. Incidir también en que hay cosas que con ayuda se hacen mejor, y no hay que tener miedo a pedirla si es necesario...

        Pero todas estas cosas que parecen tan sencillas requieren de nuestro tiempo y esfuerzo como maestros, porque nosotros vamos a ser una pieza fundamental en la vida de estos niños, y dependiendo de como "le pintes" las cosas a los niños, van a tener una visión u otra de la vida.

viñeta 8: ¡No impidamos su desarrollo!


La viñeta de hoy llama bastante la atención por lo que se dice en el bocadillo y lo que representa la imagen.
Podemos ver  como un padre le dice a su hijo que hay que confiar en los demás y, sin embargo, la puerta de su casa está totalmente cerrada y llena de candados, para evitar que se salga fuera de esta habitación.
Y digo que me llama la atención porque tenemos que intentar proporcionar a nuestros hijos/alumnos confianza, para que así poco a poco vayan consiguiendo ser más autónomos y que vayan convirtiéndose en personas independientes con el paso del tiempo. Por ello no tenemos que ser tan sobre-protectores; tenemos que darles “libertad”, siempre bajo supervisión, pero darle la libertad que necesitan para ir desarrollándose poco a poco.
Es normal que cometan errores, pero parece que se nos olvida que de los errores también se aprende. Por ello, si no dejamos que los cometan, y vamos siempre por delante, no estaremos influyendo en ellos de la manera más adecuada, y se creerán que la vida es “fácil”, cuando no es así.
                Esta viñeta me ha hecho reflexionar sobre estos aspectos y me gustaría resaltar que los niños necesitan investigar, indagar, explorar, descubrir… porque son niños y tienen muchas preguntas que poco a poco van resolviendo, con ayuda o por ellos mismos. Por eso es esencial que no les cerremos puertas por “miedo a que le pueda pasar…”, porque como ya dije en otro viñeta, si un niño se cae, se levanta y sigue jugando. Lo      que no podemos es meterle miedo a los niños, porque la vida no es un camino fácil, no, nos encontramos dificultades, problemas…, pero también tiene muchas cosas buenas que están a nuestra disposición y que debemos ir descubriendo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Clases de los días 11 y 16 de Marzo de 2011

De las clases teóricas que hemos tenido tanto el 11 como el 16, tengo que decir que he aprendido bastante.
Hemos analizado el currículum en infantil que establece la ley, y nos hemos dado cuenta de que comete errores bastante importantes según nuestro criterio.
Por ejemplo, hace una diferenciación muy grande entre el primer ciclo de infantil y el segundo ciclo, cuando, yo considero, que todo lo que se enseña debería de hacerse de forma global, haciendo que el aprendizaje esté encadenado y tenga relación con los contenidos aprendidos previamente. A mi parecer, hace una gran división entre un ciclo y otro, y pienso que no debería de ser así.
También considero, y esto también lo hemos estado hablando en clase, que en cuanto al ámbito referido a los aspectos motrices en infantil, no concede mucha importancia, cuando es sobre todo en infantil la época en la que el desarrollo motor es más grande, y para que se tenga un buen desarrollo motor es necesario hacer hincapié en el tema, con actividades dirigidas a conseguirlo y potenciarlo.
Otro aspecto que hemos analizado también en clase es que al juego no se le da la importancia que se le debería dar a estas edades. En mi opinión, es fundamental que los niños jueguen, se diviertan, exploren, etc., y al mismo tiempo que juegan lo que están desarrollando son habilidades y capacidades que de otra forma costaría más trabajo adquirir; me estoy refiriendo por ejemplo a la cooperación, la empatía, el desarrollo de habilidades sociales, el aprendizaje de la resolución de problemas, etc.


También nos ha parecido interesante destacar una cuestión que no aparece reflejada en el currículum en infantil, y que, sin embargo, nos parece de vital importancia. Me estoy refiriendo a los contenidos que aparecen reflejados, donde NO hay referencia alguna de dos contenidos los cuales serían bastante interesantes de empezar a llevar a cabo en clase, como son inglés y música.
Nos parece interesante la idea de que ya desde la educación infantil se empiece con el aprendizaje del inglés, ya que todos sabemos que cuanto más pequeño eres más facilidad tienes de aprender un idioma nuevo.
Tal y como estamos viendo en la asignatura de lengua extranjera y su didáctica en educación infantil, al niño pequeño se le otorgan grandes capacidades para reproducir sonidos y esquemas entonativos, pero estas facultades se van mermando con la edad. Troubetzkoy (1939) y Guberina (1974), comentan el significado de dos conceptos como son:
-          Criba fonológica: es la selección de sonidos de una lengua.
-          Sordera fonológica: significa que en edades adultas ya no eres capaz de oír ciertos sonidos, de modo que si no los oyes no los puedes reproducir.
A partir de los 6 meses ya se pueden “asimilar” sonidos, de objetos, de una lengua…
Por esta razón consideramos importante comenzar con el aprendizaje del inglés desde estas edades tempranas.
Y en cuanto a la música, tengo que destacar que a través de ella se pueden representar muchas emociones, sentimientos, sensaciones, etc., y creo que muchas veces no se utiliza la música todo lo que se debería utilizar en infantil. Por ello considero que también debería de hacerse referencia a esto en el currículum en infantil.


Me gustaría terminar la reflexión de estas dos clases diciendo que no tenemos que acomodarnos con lo que nos dan, los materiales que nos proporcionan, los contenidos que debemos enseñar, los objetivos que tenemos que conseguir, etc., sino que debemos ser personas críticas, y no dejarnos manipular por lo que alguien desde arriba nos dice que es lo mejor y más adecuado; tenemos que llegar a conocer por qué eso es lo mejor y más adecuado y no “lo otro”.
Y al igual que nosotros tenemos que ser personas críticas y no manipulables, también tenemos que enseñar sobre eso a nuestros alumnos, para que no sean como “borreguitos” que siguen lo que uno dice que se hagan; que tengan criterio para decidir por ellos mismos lo que está bien y lo que está mal. Pero esto no se consigue de un día para otro, sino que forma parte de un largo proceso, como es el proceso de aprendizaje que se lleva a cabo a lo largo de toda la vida, y por eso es conveniente que se empiece con ello desde que somos pequeños.

Viñeta 7: Si te caes... ¡te levantas!


La viñeta de hoy, tengo que decir que me ha gustado mucho, porque refleja una situaci ón que se da día tras día, por desgracia, en muchas casas.
En la viñeta se puede observar cómo un niño y una niña están jugando a indios y vaqueros, pasando juntos un buen rato de juego y diversión. Pero después se ve cómo la niña, que estaba montada en un árbol para esconderse del vaquero y que no le pillara, se cae. En este momento llega su madre y la dice que se deje de tonterías y que se vaya a jugar con sus juguetes. La niña obedece a su madre y se pone a jugar sola con su pelota, siguiendo el consejo de su madre.
Muchas veces observamos cómo los padres, sobre todo las madres, no dejan hacer a sus hijos ciertos juegos porque los consideran “peligrosos” o piensan que se pueden ensuciar la ropa si juegan a ese juego, etc. Pero lo que parece que se les olvida es que SON NIÑOS, y los niños como tales tienen que jugar. 
El juego es un medio por el que se van desarrollando, y si es un juego que hace junto con otros niños, mejor, porque eso les ayuda a desarrollar conductas prosociales y cooperativas, donde el niño comienza a desarrollar la empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro), y empieza a darse cuenta de lo importante que es tener un amigo (te proporciona apoyo, comprensión, juego, seguridad, te aconseja…)
A mí me da mucha rabia cuando veo que un niño no quiere jugar a un juego que le propones porque dice que si juega puede mancharse la ropa y su madre después le regaña; o cuando les pintas a los niños la cara para jugar un rato y te encuentras al niño que no quiere que le pintes la cara porque su madre no le deja; o el niño que está jugando en el parque y se muere de sed, pero no bebe agua de la fuente porque su madre le ha dicho que no beba de ahí porque puede coger infecciones, ya que de esas fuentes… ¡a saber quien ha bebido antes!... Y un montón de casos como los que acabo de poner como ejemplos que yo misma he visto.
Y digo que me da rabia porque los niños son eso, NIÑOS, y el JUEGO es fundamental en estos momentos, ya que, en mi opinión, a estas edades es el mejor y más eficaz mecanismo de aprendizaje, y si desde casa se les priva de eso… no conseguiremos nada beneficioso de ello.
                Pienso que es normal que se quiera proteger a los hijos, pero una cosa es protegerlos y otra muy diferente es privarlos de jugar por miedo a que se hagan daño, o se manchen la ropa. Si se caen, que se levanten, seguro que si se caen tienen cerca a un amigo que le podrá ayudar; si se manchan la ropa, se lava en la lavadora, que hoy en día todo el mundo tiene una lavadora en su casa, y no es tan difícil de poner en marcha…
                No cometamos el error de ser padres/maestros sobreprotectores, tenemos que saber dar la confianza que los niños necesitan y poco a poco ir dándoles autonomía, que vayan cometiendo errores y que les sirva para aprender de ellos. Por eso es importante que estemos pendientes de ellos, pero no en exceso porque así no conseguiremos que el niño sea autónomo y tenga iniciativa.
¡DEJEMOS JUGAR A LOS NIÑOS! ¡NO LES PRIVEMOS DE ALGO QUE LOS CARACTERIZA!


martes, 15 de marzo de 2011

Viñeta 6: Aceptar los errores


        De la viñeta de hoy podemos reflexionar bastante un aspecto que hasta ahora no había analizado y que me parece de gran importancia el tenerlo en consideración.
        Podemos observar como la maestra anima al niño a que cuente a la clase su cuento inventado, y el niño cuenta su cuento relacionándolo con la misma situación que él vive en clase. Al parecer, él se identifica como un niño muy guapo y bueno pero considera que tiene una madre malísima porque lo lleva a una clase con una maestra mala. Y es en este momento cuando  la maestra grita que pare de contar su cuento porque, efectivamente, no le gusta nada que el niño se “invente” ese tipo de cuentos con maestras malas, ya que, obviamente, el niño se estaba refiriendo a ella, a su maestra.
      Esto me hace pensar que dentro de nuestra labor como docentes también vamos a recibir muchas críticas sobre cómo hacemos nuestro trabajo o cómo NO hacemos nuestro trabajo, etc.
        En mi opinión, considero que debemos estar abiertos a recibir críticas e intentar corregir aquellos errores que comentemos y que de otra manera no nos daríamos cuenta de que estamos cometiendo.
        También es verdad que debemos saber escuchar a nuestros alumnos, porque ellos son los que reciben directamente nuestras lecciones, por ello, son los que mejor podrán hacer críticas a nuestro trabajo. Aunque es verdad que no solo se reciben críticas en este trabajo, sino que también se reciben muchas alabanzas y piropos, ya que los niños lo que buscan es cariño y cuando lo encuentran porque se lo estás dando, ellos lo notan y no les da vergüenza reconocerlo, y reconocer lo buena que es su maestra.
        Lo que quiero decir, es que debemos de ser maestros/as comprometidos con nuestro trabajo, y pienso que debemos estar abiertos a mejorarlo siempre, porque todos los días se puede aprender algo nuevo, de hecho, los niños pueden enseñarnos muchas cosas, más de las que nos pensamos.
        Y termino con una frase que refleja en gran medida a lo que me ha llevado a reflexionar la viñeta de hoy: “La virtud está en los detalles”. Por ello, serás bueno como maestro si tienes en cuenta esos pequeños detalles que hacen que mejoremos día a día. De nada sirve hacer oídos sordos a las críticas que recibimos. Pienso que el error está en no querer darse cuenta de los propios errores.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Viñeta 5: ¿Cómo enseñamos?

        La viñeta de hoy hace que reflexione sobre qué es lo que enseñan los maestros y, sobre todo, cómo lo enseñan.
       En mi opinión, la viñeta quiere hacer una crítica a la forma en que los maestros enseñan a sus alumnos. Llama la atención cómo en la viñeta aparece un niño diciendo todas las cosas que sabe hacer, sin embargo, luego preguntan “¿Sabes qué es un sumando?”, y los alumnos se muestran confusos, no saben lo que es un sumando, tampoco les resulta interesante porque la maestra se lo está explicando de forma muy poco significativa. De hecho, lo explica de forma tan técnica, que los alumnos no le encuentran sentido a lo que es un sumando, con la importancia que tiene la suma en muchas de las experiencias que vivimos en nuestra vida cotidiana.
       Todos hemos pasado por la escuela y todos hemos tenido a nuestra disposición un maestro/a que nos ha enseñado contenidos. Pero la cuestión es… ¿Qué ha quedado en nuestra cabeza de todos esos contenidos que una vez nos enseñaron en la escuela?, ¿nos lo enseñaron de la forma más adecuada?, ¿cuál es la forma más adecuada de enseñar los contenidos?. Estas son preguntas que yo me hago.

        Yo creo, que como futuras maestras/os debemos intentar presentar los contenidos de manera atractiva, motivadora, que resulte interesante, y considero que debemos intentar ser capaces de descubrir cuáles son los intereses de nuestros alumnos para así poder conectar lo que saben con lo que les vamos a enseñar, para, de esta manera, llegar a producir en ellos un aprendizaje significativo, y que verdaderamente aprendan y lleguen a descubrir el placer de aprender.

Clase del 9 de marzo de 2011

La clase de hoy me ha gustado porque hemos tratado temas que me resultan bastante interesantes.


Uno de esos temas ha sido el de los padres y la autonomía de los niños. Y digo que me ha gustado porque hemos estado hablando de la sobreprotección hacia los niños, un tema que me parece bastante interesante. En mi opinión, se debe dejar que los niños investiguen, exploren, manipulen…, y, aunque bajo supervisión, se debe dejar que los niños tengan “libertad” y que así, poco a poco, vayan adquiriendo una mayor independencia y autonomía.
Este concepto me recuerda al tema de psicología del desarrollo en el que veíamos la teoría Psicosocial de Erikson, el cual decía que el ser humano tenía la necesidad de una vinculación social, y que se desarrolla en estadios psicosociales asociados a la vinculación con otros seres humanos. Él estableció una serie de fases:
-          La primera fase estaría comprendida entre los cero y el año y medio. Ésta se caracterizaría por la confianza que van adquiriendo los niños cuando son pequeños dentro de su entorno, frente a la desconfianza que se puede generar en ellos si no tienen el apoyo que es necesario que los padres den a sus hijos.
-          La segunda fase iría desde el año y medio hasta los tres años. Se caracteriza por la adquisición progresiva de autonomía, y donde comienza a descubrir su propia identidad, frente a la vergüenza y duda que podría generarse en el niño si cuando realiza algo por sí mismo comprueba que no le sale bien debido a que previamente, nunca antes había tenido semejante oportunidad.
-          Y la tercera fase comprendida entre los tres y seis años, donde el niño va adquiriendo iniciativa, gracias a la previa confianza y autonomía adquirida en las fases anteriores, frente a la culpa que pueda sentir al no realizar las tareas que sabe que debería hacer.

Otra cosa que hemos hablado en clase y que me ha hecho reflexionar, es el tema de las actividades expresivas que se llevan a cabo en la escuela y en la familia. Muchas veces se “mete la pata” en este tema, porque los niños son expresivos por sí mismos, solo que cuando entran en la escuela, y también desde la familia, hacemos que actúen tal y como queremos, privándole, inconscientemente, de su espontánea expresión. Por eso, tenemos que fomentar, no privar, este tipo de actividades expresivas a los niños.
Otro aspecto que me parece importante destacar y que hemos estado comentando en clase es la importancia del recreo. Es importante en el sentido de que los niños juegan, se divierten, van adquiriendo su papel dentro de su grupo (cosa fundamental e importante), aprenden a organizarse, a jugar de forma cooperativa, a participar, a dar su opinión, a resolver problemas que puedan surgir de forma adecuada, etc. Estos son algunos de los motivos por los que el recreo es tan importante en el desarrollo del niño. Por eso, nosotras, como futuras docentes, debemos tener la capacidad de “dar libertad” a los niños en el recreo, aunque siempre bajo una vigilancia, pero la cuestión es que se intervenga en casos necesarios, como puedan ser, una pelea, un conflicto que no hayan sabido solucionar, ante situaciones de riesgo o peligro…, pero dejarles que experimenten y aprendan también por sí solos. “Y si se caen, que se levanten, y si no pueden, ahí tienen a su amigo que puede ayudarle a levantarse.”

La clase de hoy me ha gustado bastante porque me ha hecho reflexionar sobre muchos temas que me parecen muy interesantes, y sobre los cuales deberíamos pararnos más a menudo a pensar, porque estos pequeños detalles, que a veces pasan desapercibidos, son los que te convierten en una gran maestra.

lunes, 7 de marzo de 2011

Clase del 4 de Marzo

        La clase del viernes me resultó bastante interesante, ya que fue la primera clase que tuvimos como tal, de principio a fin, ya que poco a poco vamos adaptándonos al ritmo que exige la asignatura.

        Lo que más me gustaría destacar de la clase, tanto práctica como teórica del viernes, es la idea de que tenemos que tener claro como futuros maestros qué es lo que trabajamos, y dónde estamos incidiendo, teniendo en cuenta que podemos hacer variaciones en las actividades que propongamos en función de la edad que estemos tratando.



        También me gustaría hacer hincapié en que SE PUEDE APRENDER JUGANDO, y esto no es precisamente lo que piensa mucha gente, que hace distinciones entre el juego y el aprendizaje. Pero la verdad es que se puede aprender mientras se juega. Además el juego hace que los niños en infantil desarrollen infinidad de capacidades y habilidades, comenzando así su desarrollo afectivo-social, emocional, cognitivo, motor, del lenguaje...

        Por lo tanto, la clase me ha servido para hacer más fuerte mi pensamiento, es decir, para darme cuenta de que no soy yo la única que piensa que se puede aprender mediante el juego, si no que en esta asignatura nos vamos a dar cuenta por nosotras mismas de que esto es así, sin que nadie tenga que venir a decirnoslo.

        También me he dado cuenta de que durante mi niñez jugué a muchos juegos diferentes, pero me llama la atención cómo de mi etapa de 3 a 6 años tengo muy pocos recuerdos de los juegos a los que jugaba... Y esto me llama la atención porque en esta etapa es donde se supone que más hemos jugado... y estoy segura de que fue así... pero me "choca" el ver cómo tengo tan pocos recuerdos de mis juegos durante esos años. Esto hace que reflexione sobre cómo se llevó a cabo mi aprendizaje durante la etapa de educación infantil... y cómo los juegos que deberían haber sido para mí los más significativos, son precisamente los juegos que no recuerdo.

Viñeta 4: La fábrica


        Debo de empezar diciendo que esta imagen me ha impactado mucho y ha provocado que esté varios días "comiendome la cabeza" sobre el sentido de esta viñeta...

        Resulta impactante ver cómo lo que debería ser un proceso divertido, dinámico, entretenido, un proceso del que se puede llegar a aprender mucho de forma amena e incluso interesante, y que influye tanto en nosotros que hace que durante este proceso vayamos conformando nuestra identidad y personalidad... me refiero al proceso de enseñanza en la escuela, sea comparado e igualado a una FÁBRICA, donde todo se hace en cadena, siguiendo siempre el mismo esquema, de principio a fin, sin distinguir entre un material u otro, donde si algo sale mal o sale defectuoso se desecha y se da por perdido, donde utilizan unos materiales fijos y siempre los mismos para conseguir los mismos resultados, y donde lo que importa es que todos los productos realizados sean exactamente iguales y con las mismas características.

        Y digo que me resulta impactante porque DA PENA que el proceso de enseñanza sea concebido por algunos de esta manera: como un proceso en el que entran en masa y donde empiezan a "meterle" información por todos lados y que no saben con qué otra información poder conectarla, de modo que acaban por no darle ningún sentido ni utilidad a lo que aprenden, ya que no se está tratando de un aprendizaje significativo; poco a poco su cerebro va almacenando más información, de libros que "no dicen nada", y al final todos salen "iguales" con la misma información en sus cabezas, con los mismos conocimientos, con la misma forma de actuar, de pensar...; y si a lo largo del proceso algún niño/a no tiene las mismas características que los demás, o no tiene la misma capacidad de aprendizaje que los demás, o necesita más tiempo y dedicación para poder aprender los mismos conceptos que sus compañeros..., se "desecha" junto con todos los desechos, porque ese niño/a "no tiene solución".

        ¿En qué se está convirtiendo la escuela? Esa es una pregunta que yo me hago...
Cómo algo que debería ser casi como nuestra casa, se convierte en algo odiado y terrible para los niños.

        Yo veo que el problema está sobre todo en el profesorado; la falta de motivación que tienen, la poca dedicación a la preparación de las clases para que resulten motivadoras e interesantes y en las cuales se pueda aprender mucho de forma provechosa...
Pues parece que lo que yo veo tan claro, muchos profesores no lo ven así. Una lástima, la verdad... pero una realidad.

Lo que pienso que debemos que tener claro los futuros maestros, es que por nuestras manos pasa la sociedad, porque habrá médicos, arquitectos, mecánicos, ingenieros, fontaneros... pero la cuestión es que todos ellos, antes, habrán pasado por la escuela, donde, con ayuda de sus maestros y compañeros, irán formando su personalidad, que será distinta y particular según la persona, porque todos somos diferentes y todos tenemos cosas buenas y cosas no tan buenas... pero la cuestión es que todos somos personas que estamos en continuo aprendizaje, y cuanto más motivador resulte este aprendizaje, más aprenderemos y más provecho sacaremos de nuestra vida.
Porque tenemos que ser persona crítcas, personas que reflexionan, que piensan..., que no somos máquinas, que somos PERSONAS, y como tales merecemos respeto.

Por eso los maestros debemos intentar ser cercanos, no hacer de la escuela un proceso aburrido y monótono. Intentar hacer un aprendizaje personalizado acorde a las características de cada uno, e intentar transmitir a los alunmos que vivimos en una sociedad integradora, no excluyente, porque vivimos rodeados de personas, unas nos caerán mejor y otras peor, unas congeniarán mejor con nosotros y otras menos... la cuestión está en que somos personas y ciudadanos de una misma sociedad, y que tenemos que estar dispuestos a aprender cada día porque siempre hay algo nuevo que aprender, porque no somos perfectos.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Viñeta 2: La motivación





        En la viñeta de hoy podemos observar como aparecen dos niños sentados, pensativos, aburridos, que comentan que quizá se pueda aprender sin tener que odiar lo que se estudia.

        Esta viñeta, a pesar de ser muy "simple", hace que resulte interesante reflexionar sobre CÓMO se imparten las asignaturas en los colegios. 

        En mi opinión, los profesores son los mayores responsables de que el aprendizaje resulte motivador para los estudiantes, ya que son ellos los que hacen que las clases resulten interesantes, divertidas, dinámicas y de las cuales se pueda llegar a aprender mucho. Pero esto requiere de un gran esfuerzo por parte del profesorado, ya que necesita de una gran planificación, y ello requiere de tiempo y dedicación. Por este motivo, me resulta fundamental, que los profesores amen su trabajo, para así poder trabajar "con una sonrisa" y disfrutando de lo que hacen.

        Pero lamentablemente esto no es así. Muchos profesores empiezan a hacer la carrera de educación porque la ven "muy fácil", o porque no han tenido nota para entrar en la carrera que querían hacer, o incluso por ¡las vacaciones que tienen los maestros! Esto es algo que me da mucha rabia... pero que ocurre...
Debido a ello, muchos maestros que estudian esta carrera "sin vocación", más adelante, cuando están dando clase a niños, sufren extrés, desmotivación, ansiedad, etc., lo cual repercute negativamente en los alumnos (¡que no tienen culpa de nada!). Pero lo peor de todo es que la falta de motivación, de implicación e interés, por parte del profesorado, hace que tan solo den las clases según lo exigido por la ley, para así estar "tranquilos" de que hacen lo que se les exige, pero sin intentar motivar al alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque verdaderamente ellos son los primeros desmotivados dentro de este proceso.

        Y algo que me llama la atención, y que he vivido y experimentado, es que si un maestro está motivado, ilusionado, entusiasmado, se siente responsable y comprometido con su trabajo y, por supuesto, que le gusta lo que hace, provoca que los alumnos lo perciban y se den cuenta de ello. Así, poco a poco, se van interesando por la asignatura y por el aprendizaje de la misma, pero ya no como algo a lo que se les obliga estudiar, sino como algo muy interesante e incluso divertido. Esto es lo que se conoce como metacognición, es decir, son conscientes de la importancia del aprendizaje, de cómo van aprendiendo y de las estrategias que utilizan para ello.

       De cualquier forma, lo que más destaco de esta viñeta es a la reflexión personal, que nosotros, como futuros docentes, deberíamos hacer sobre CÓMO vamos a impartir la materia a enseñar.
El hecho de si vamos a ser maestros comprometidos y responsables con nuestro trabajo, haciendo que resulte interesante y motivador, o no, está en nuestras manos.

Viñeta 3: el teatro



La viñeta de hoy me ha llamado mucho la atención por muchos aspectos que podemos analizar de ella:

Uno de ellos, y a simple vista yo creo que se trata del más llamativo, es que alguien está representando con títeres un teatro que simula una clase de un colegio en un día normal.
Resulta curioso cómo muchas veces nos dejamos guiar de tal forma, que acabamos siendo manipulados por los demás. Y es que a los maestros muchas veces les ocurre lo mismo; se dejan guiar por lo dispuesto por ley para llevar a cabo en una clase, y se olvidan de innovar, de crear, de adaptarse a las necesidades de sus alumnos, cada uno con unas características específicas, se olvidan de lo que significa la palabra implicación, responsabilidad y compromiso, que en mi opinión son algunas de las claves que deben tener en cuenta, ya no solo los maestros, si no también todo aquel que trabaje. Y si esto se tuviese en cuenta disfrutaríamos más y seríamos más conscientes de lo que hacemos, sabiendo que lo que hacemos sirve para algo, y al mismo tiempo puede estar sirviendo a alguien.
Por lo tanto no tenemos que dejarnos manipular como a títeres que son manejados por hilos. Debemos actuar con consciencia y sabiendo lo que hacemos, por qué lo hacemos y cómo lo hacemos, para así llegar a ser verdaderos profesionales de nuestro trabajo, teniendo nuestros propios criterios a la hora de tomar decisiones, sin dejar que nadie decida por nosotros.

Otro aspecto que me llama la atención es que la clase que se está representando en este teatro, es la típica clase magistral en la que el profesor desde su sitio expone la lección del día y los alumnos, sentados, quietos y callados, desde sus mesas escuchan lo todo lo que dice el profesor.
De esta manera, no hay interacciones entre profesor y alumnos, tampoco se establece ningún tipo de contacto, y lo que sí se establece muy bien es el rol de cada individuo de la clase, en la que el profesor es sólo el profesor, y los alumnos son sólo los alumnos. Con ello quiero decir, que la situación no da lugar a que se establezca una relación de confianza entre el profesor y el alumno, y por tanto los alumnos sólo ven al profesor como alguien que llega a clase y les “suelta el rollo” que toque ese día, no como alguien a quien le puedan contar sus miedos, preocupaciones, problemas, alguien con quien puedan compartir sus triunfos, alegrías, motivaciones, etc., en definitiva, alguien en quien puedan confiar.

En cualquier caso, un aspecto en el que debemos reflexionar y que me parece muy importante, ya no solo a la hora de llevar a cabo nuestra labor docente, sino como un aspecto que tenemos que tener presente a lo largo de nuestra vida, es el tema de nuestra personalidad. Tenemos que ser personas con personalidad, que tengan criterio para saber tomar decisiones de forma adecuada, que no se dejen manipular por otros, y personas conscientes de que nadie es mejor que nadie y que todos tenemos algo que aportar a los que nos rodean.

También es importante reflexionar sobre algo que no he mencionado antes, y es que nuestra vida no es un teatro, que nuestra vida es la realidad y nosotros somos los que la guiamos. Por ello es bueno que seamos conscientes de lo que hacemos y de por qué lo hacemos.
Tenemos que ser conscientes de que nosotros, como futuros maestros de educación infantil, tenemos en nuestras manos el aprendizaje y desarrollo de muchos niños que a lo largo del tiempo van a ir pasando por nuestras clases, y que poco a poco van a ir formando parte de nuestras vidas. Por eso, se merecen de nuestro esfuerzo y compromiso, ya que somos nosotros los que vamos a ayudar a que se establezcan las bases de su futuro y óptimo desarrollo.