De la viñeta de hoy podemos reflexionar bastante un aspecto que hasta ahora no había analizado y que me parece de gran importancia el tenerlo en consideración.
Podemos observar como la maestra anima al niño a que cuente a la clase su cuento inventado, y el niño cuenta su cuento relacionándolo con la misma situación que él vive en clase. Al parecer, él se identifica como un niño muy guapo y bueno pero considera que tiene una madre malísima porque lo lleva a una clase con una maestra mala. Y es en este momento cuando la maestra grita que pare de contar su cuento porque, efectivamente, no le gusta nada que el niño se “invente” ese tipo de cuentos con maestras malas, ya que, obviamente, el niño se estaba refiriendo a ella, a su maestra.
Esto me hace pensar que dentro de nuestra labor como docentes también vamos a recibir muchas críticas sobre cómo hacemos nuestro trabajo o cómo NO hacemos nuestro trabajo, etc.
En mi opinión, considero que debemos estar abiertos a recibir críticas e intentar corregir aquellos errores que comentemos y que de otra manera no nos daríamos cuenta de que estamos cometiendo.
También es verdad que debemos saber escuchar a nuestros alumnos, porque ellos son los que reciben directamente nuestras lecciones, por ello, son los que mejor podrán hacer críticas a nuestro trabajo. Aunque es verdad que no solo se reciben críticas en este trabajo, sino que también se reciben muchas alabanzas y piropos, ya que los niños lo que buscan es cariño y cuando lo encuentran porque se lo estás dando, ellos lo notan y no les da vergüenza reconocerlo, y reconocer lo buena que es su maestra.
Lo que quiero decir, es que debemos de ser maestros/as comprometidos con nuestro trabajo, y pienso que debemos estar abiertos a mejorarlo siempre, porque todos los días se puede aprender algo nuevo, de hecho, los niños pueden enseñarnos muchas cosas, más de las que nos pensamos.
Y termino con una frase que refleja en gran medida a lo que me ha llevado a reflexionar la viñeta de hoy: “La virtud está en los detalles”. Por ello, serás bueno como maestro si tienes en cuenta esos pequeños detalles que hacen que mejoremos día a día. De nada sirve hacer oídos sordos a las críticas que recibimos. Pienso que el error está en no querer darse cuenta de los propios errores.
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