En la clase de hoy hemos estado haciendo un análisis del artículo titulado “Justificación de la educación física en la educación infantil”.
Hemos estado debatiendo principalmente si debería de tratarse la educación física como tal en esta etapa de infantil, sustituyendo a la motricidad, por considerarla mucho menos compleja. Sin embargo, hemos llegado a la conclusión de que la motricidad es mucho más amplia que la educación física. De esta manera hemos considerado que no es necesario llevar esa asignatura como tal a la educación infantil.
Otro aspecto que me ha llamado la atención es que el desarrollo motor NO termina con el dominio del cuerpo, se trata de un proceso amplio y globalizado a lo largo de toda la vida, y precisamente en el artículo analizado se defiende una idea totalmente contraria a la que acabo de exponer.
Llama la atención cómo mezcla el término “desarrollo psicomotor” con el “desarrollo motor”, considerándolos exactamente iguales. Pero hay que hacer referencia a que hoy en día se trata con el término “desarrollo psicomotor” a lo referido a las dificultades motoras que puedan existir en los niños. Sin embargo, actualmente se usa más el concepto “desarrollo motor”.
Pero algo que me ha llamado especial atención de esta clase ha sido la diferenciación que se ha hecho de JUEGO y de ACTIVIDAD LÚDICA. Parece ser que el juego, para considerarse como tal, tiene unas características específicas, como son:
- Siempre tiene reglas.
- Es libre.
- Es placentero (no hay que obligarlos a hacerlo).
- Es superfluo (no tiene ninguna consecuencia o repercusión. Lo que pase en el juego, no va más allá de él).
- Tiene un orden (comienzo, desarrollo, final).
- Tiene tensión y emoción (no se sabe qué va a pasar al final).
- Tiene misterio y evasión (al jugar me olvido de todo lo demás).
- Está determinado en el espacio y en el tiempo.
Tengo que decir que esta diferenciación entre juego y actividad lúdica, tengo que pensarla mucho, porque me cuesta un poco llegar a entenderlo tal y como se ha planteado hoy en clase. Que no quiere decir que esté en desacuerdo con eso o que n tenga lógica lo que se ha planteado, simplemente que tengo que madurar esa idea, que, en mi opinión me parece bastante acertada, y reconocer también que nunca antes me lo había planteado así.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta, como futuros maestros, es que es importante tener en cuenta los ambientes de aprendizaje y los materiales, pero no hay que ir con la clase totalmente planificada y cerrada a nuevas ideas e intereses que puedan surgir ese día en clase. Por lo tanto, debemos considerar que es importante guiarnos por los centros de interés de los niños. Aunque hay que destacar que el estar abiertos a los intereses de los niños en infantil, no significa que lleguemos a la clase sin nada preparado e improvisemos.
Y por último, me gustaría hacer referencia a un aspecto que aunque no hayamos tratado en clase, me parece bastante interesante. Me refiero a que el ser un buen maestro/a cuesta mucho, desde esfuerzo, tiempo, dedicación, implicación, compromiso, etc. La cuestión es si verdaderamente nos vamos a comprometer en un futuro a ser ese tipo de maestro que antes he señalado. En mi caso decir que sí. Estoy en esta carrera porque me gusta lo que hago, y desde siempre me ha gustado. Puedo hablar de vocación. Y algo que comparto con el texto leído es que, en la etapa de educación infantil es en la que se trabaja más claramente con todo el niño, antes de que su mente empiece a estar forzada por la parcelación. El educador ve claramente la huella de su influencia porque está trabajando en las bases de lo que han de ser tantos desarrollos posteriores. Por eso es por lo que digo que debemos ser maestros comprometidos con nuestra labor, y comprometidos con nuestros alumnos.
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