La viñeta de hoy refleja una
situación que, lamentablemente, se da, y mucho, en las aulas de Educación
Infantil.
Podemos observar cómo la seño les
recuerda a los niños que mañana deberán traerse pinzas de la ropa. De modo que
cada uno, al día siguiente, trae las suyas habiéndose imaginado muchos de los
posibles usos que les podían dar a las pinzas de la ropa. Uno lo imaginaba para
jugar a taparse la nariz, o para jugar a los vaqueros, o para ponérselo en el
pelo,…, y otros muchos usos. Pero cuando llegan a clase y la seño explica el
verdadero uso que le van a dar, que será para hacer un portaplumas para sus
padres, se ve en los niños una cara de decepción absoluta.
Y… ¿dónde está el problema de todo
esto? En el maestro/a, claramente. Que en lugar de dejar a que los niños
imaginen, creen y fabriquen aquello que su imaginación les permita realizar,
hace que todos los niños tengan que hacer las mismas cosas, en este caso un
portaplumas, que en muchas ocasiones no saben ni el uso que verdaderamente
tiene eso que la seño les ha dicho que haga.
Por lo tanto, no debemos caer en
el error de privar la creatividad de nuestros niños, porque los niños son los
que gozan de más creatividad, la cuestión es que nosotros debemos darle
oportunidades para que la utilicen y para que puedan demostrar el tipo de
pensamiento que tienen: divergente o convergente (el divergente se relaciona
mucho con la creatividad, ya que el niño es capaz de dar diferentes
alternativas ante una misma cuestión.)
Pero lo importante es eso, darles
la oportunidad de que imaginen, de que usen su creatividad, ya que, debido a
que no se les da oportunidades para que expresen su creatividad, al final, la
van “perdiendo”, y si no les dices qué hacer o cómo tienen que hacer las cosas
¡¡¡¡"NO SABEN HACERLO”!!!! Y es por esa razón, porque no se les han ofrecido
oportunidades para poder demostrar que tienen mucha imaginación y pueden llegar
a ser muy creativos.
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