En la viñeta
de hoy podemos observar cómo un niño aparece en el pasillo de su casa, montado
en su triciclo, cuando su madre le recuerda lo afortunado que es de tener una
terraza donde poder jugar, en lugar de estar jugando en la calle.
En mi opinión,
no podemos limitar los espacios de juego del niño, ya que está bien jugar en
casa si se tienen hermanos, o se juega con los padres, o lo visitan sus
primos…, pero el hecho de que el niño esté siempre solo en su casa jugando con
sus juguetes influye negativamente en muchos aspectos. Por ejemplo, en la
capacidad de socialización del niño, porque al jugar solo y no interactuar con
nadie, no podrá aprender a compartir, a resolver problemas de forma adecuada, a
ser más empático, a respetar diferencias, a descubrir el valor de la amistad,
el compañerismo, y el respeto.
Por lo tanto,
debemos entender que jugar en casa está bien, pero jugar fuera de casa y relacionarse con más niños es necesario para un óptimo desarrollo
del niño.
Que no nos
confunda el hecho de tener una casa grande, o un jardín o terraza grandes,
donde el niño puede jugar, porque el niño también necesita aprender a través de
las interacciones, ya que, tal como defiende Vygotsky,
el niño aprende dentro de un contexto social, favorecido por las interacciones
entre sus iguales y adultos que lo rodean.
En mi opinión,
creo que deberíamos permitir, como futuras maestras, que los niños se
relacionaran con sus iguales y con niños de cursos inferiores y superiores. De
esta forma, irán aprendiendo las habilidades sociales básicas que les servirán
para asentar las bases de su personalidad y su forma de actuar con él mismo y
con los demás.
Según Piaget, los
niños son egocentristas, pero poco a poco van superando este egocentrismo que
los caracteriza en edades tempranas. Yo considero que al permitir que los niños
interactúen con los demás estamos contribuyendo a que supere esta fase de
egocentrismo y a que comiencen a darse en él/ella comportamientos más
colaborativos y cooperativos, que irán desde prestar sus juguetes, hasta tener
en cuenta las demás opiniones, aunque sean diferentes de la suya.
Por lo tanto,
y en conclusión, pienso que no debemos limitar los espacios de juego de los
niños ya que el relacionarse y el jugar con más niños es algo necesario en
edades infantiles.
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